Una vez explicados lo beneficios y los músculos implicados a la hora de estar sentados en una silla, es hora de explicar cuáles son las diferencias cuando nos sentamos en el suelo
Debemos tener en cuenta que es necesario contar con un rango de movimiento suficiente en la articulación de la cadera a la hora de buscar dicha posición. En aquellas personas que encuentren muy difícil realizar esta posición, se pueden introducir adaptaciones como el sentarse sobre una superficie elevada (caja, varios libros, etc) con el fin de liberal la tensión de la articulación de la cadera.
Estando sentados en el suelo con las piernas cruzadas se consigue una mayor activación de los músculos implicados en la flexión de cadera (psoas-iliaco), rotadores externos de cadera que nos permiten mantener dicha posición de las piernas, la musculatura profunda de la columna los cuales nos permiten mantener la espalda erguida, así como una mayor activación del core (zona central y profunda del abdomen) que también contribuye a esto último.
Entre los beneficios de estar sentado en el suelo, destacan los siguientes:
Fomenta la estabilidad natural. Sin el apoyo de una silla, sentarse en el suelo obliga a utilizar el tronco para estabilizarse.
Menor tensión en las caderas. Estar sentado en una silla durante mucho tiempo puede tensar y agarrotar las caderas. Sin embargo, cuando nos sentamos en el suelo, esto produce un aumento de la flexibilidad de la articulación de la cadera a posteriori.
Sentarnos en el suelo nos permiten mantener una mayor flexibilidad en nuestros músculos.
Mayor movilidad. Al estirar activamente ciertos músculos, mejorará su movilidad.
Mayor actividad muscular. Algunas posturas, como arrodillarse y sentarse en el suelo con las piernas cruzadas, son posiciones de "descanso activo". Requieren más actividad muscular que estar sentado en una silla.
A pesar de estos beneficios se debe tener en cuenta ciertos factores:
Circulación sanguínea reducida. La carga de la parte superior del cuerpo también puede reducir la circulación en las extremidades inferiores, solo tras largos periodos de tiempo.
Mala postura. Es importante evitar encorvarse. De lo contrario, puedes desarrollar o empeorar problemas posturales y dolores de espalda.
Por eso es importante recordar mantener la espalda erguida, ya sea
con la ayuda de elemento externos para elevar la posición de la pelvis (caja, etc).
Agravar los problemas articulares existentes. Sentarse en el suelo puede no ser lo ideal si tiene problemas en caderas. Se pueden realizar sin problema siempre y cuando no aparezca sintomatología o dolor (solo en casos muy graves).
Problemas para levantarse. Del mismo modo, los problemas articulares pueden dificultar el levantarse del suelo.
Por todo esto, os animamos a que progresivamente vayamos aumentando el tiempo que pasamos sentados en esta postura.
Jorge Valiente y Julia Barolin.