CADENAS MIOFASCIALES

En el mes de junio hablamos sobre la posición neutra articular y cómo afecta ésta posición en nuestra manera de movernos. Os animamos a leer las entradas del blog, ya que este mes profundizaremos un poco más y hablaremos sobre las cadenas miofasciales.

Primero, es importante que entendamos qué son. El cuerpo humano no se compone de músculos aislados que se encargan de uno o más movimientos concretos (flexión de rodilla, extensión de cadera, etc.) sino que para realizar movimientos funcionales nuestro cuerpo no utiliza los músculos de manera individual, sino en cadena.

Teniendo en cuenta el concepto de CADENA no podemos olvidar que el músculo no está formado únicamente por fibras musculares, sino que presenta unas envolturas de tejido conectivo de color blanquecino compuestas de colágeno, la FASCIA, que juega un papel importante en la transmisión de fuerzas musculares y en la coordinación de los movimientos corporales. Por lo tanto, no hablamos de cadenas musculares, sino de CADENAS MIOFASCIALES compuestas de varios grupos de músculos y fascias que trabajan juntos para producir movimientos específicos del cuerpo. Estas cadenas miofasciales son fundamentales para las funciones del cuerpo, principalmente la locomoción y el mantenimiento del equilibrio

La teoría de las cadenas miofasciales sugiere que las tensiones y desequilibrio en una parte del cuerpo pueden afectar a otras partes del cuerpo a través de estas cadenas, lo que puede conducir a problemas posturales, dolor y disfunción. Por tanto, es importante abordar los desequilibrios de estas cadenas para mejorar la salud y la función del cuerpo.

¿Cuántas cadenas miofasciales existen en el cuerpo humano?

No hay un acuerdo universal sobre el número exacto de cadenas que existen, sino que hay diferentes teorías y modelos que las explican. Hay autores que definen únicamente tres cadenas mientras que otros sugieren hasta doce o más cadenas.

Uno de los modelos más conocidos es el de Thomas Myers, que identifica tres cadenas principales: la cadena superficial posterior, la cadena lateral y la cadena anterior.

Otros autores como Philippe Campignion y Marcel Bienfait hablan de cadenas miofasciales cruzadas, sugiriendo que las cadenas se interconectan de manera diagonal. Esta interconexión se produce a través de lo que se conoce como los “puntos de curse” o “puntos de anclaje”, donde las diferentes cadenas se interconectan. Esta conexión sugiere por tanto que una tensión o desequilibrio en una de las cadenas puede afectar a otra cadena conectada diagonalmente en el cuerpo.

Conociendo todo esto, hay que destacar que los modelos son teóricos y que la anatomía puede diferir de una persona a otra. Es por ello que las cadenas miofasciales y su relación con el movimiento corporal siguen siendo estudiadas e investigadas.

 

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