Continuando con la temática de este mes de marzo, que en Bodymind está consistiendo en la mujer, yo voy a hablar acerca de un tema en el cual siempre me ha llamado la atención la desigualdad existente en nuestra sociedad actual entre hombres y mujeres.
Ese tema no es otro que el deporte, un ámbito imprescindible para la salud de todos nosotros y que además tiene mucho que ver con el objetivo y la función que realizamos nosotros como fisioterapeutas e instructores de pilates en el centro.
El ejercicio, y por extensión el deporte, es uno de los pilares para llevar una vida saludable y con la mayor calidad de vida posible. Así pues, lo normal sería imaginar que debería haber una representación bastante equitativa entre los principales exponentes a nivel social de esta actividad física, es decir debería haber una igualdad (tanto económica, de exposición en los medios, de apoyo social...) entre los deportistas masculinos y femeninos, ya que ellos son los principales ejemplos a seguir que la población puede adoptar a la hora de empezar a realizar ejercicio físico.
La realidad tristemente es otra. En un país como España que tiene algunas de las mejores deportistas del mundo, la desigualdad en múltiples aspectos de éstas respecto a sus compañeros hombres es fácilmente observable. Seguro que cualquier persona a quien le preguntes por la calle va a saber quienes son Rafael Nadal, Fernando Alonso o Andrés Iniesta (por poner algunos ejemplos de grandes deportistas hombres de nuestro país), sin embargo, muchas de esas personas no conocerían a Sandra Sánchez, Carolina Marín o Alexia Putellas (a pesar de ser mujeres con méritos deportivos comparables a los de los hombres mencionados anteriormente). La explicación es fácil de observar, solo hay que ver cualquier canal de televisión o periódico deportivo y uno se da cuenta que la gran mayoría de los contenidos tratan acerca de deportistas o equipos masculinos.
Otro de los aspectos en los que fácilmente podemos observar esta desigualdad es en el apartado económico. En la gran mayoría de deportes, los premios y salarios de los deportistas masculinos superan ampliamente los de sus compañeras a igualdad de logros deportivos. Por poner un ejemplo el ganador de la Uefa Champions League de fútbol masculino en 2022 ganó más de 70 millones de euros por conseguir dicho trofeo mientras que el equipo ganador de la misma competición femenina se embolsó alrededor de 1,4 millones. Esto evidentemente es una gran traba para el desarrollo del deporte femenino en nuestro país.
Lo anteriormente dicho (aunque se podría poner muchos ejemplos más de desigualdades en este ámbito), en mi opinión solo refleja la importancia de seguir avanzando como sociedad hacia una mayor igualdad en el mundo del deporte en nuestro país, para que las futuras generaciones tengan la misma oportunidad de triunfar como deportistas independiente de ser hombres o mujeres.
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