Amor incondicional

¡ Vaya tema os traigo esta semana! Pero no os preocupéis, que no me voy a poner cursi a hablar del amor romántico ni del desamor. Voy a tratar el amor entre padres e hijos.

Hace unos días en la consulta charlaba con uno de vosotros sobre los hijos adolescentes. Sabéis que tengo dos niñas de 11 y 13 años y están en plena ebullición. Y le contaba a esta paciente que un día en clase, Leo, mi profesor de PNI, nos explicaba que el amor de los hijos a los padres es incondicional, pero el de los padres a los hijos no lo es. Esto me dejó sorprendida y me mostré en desacuerdo. "Imposible"- pesaba para mis adentros - "mis padres me han querido de manera incondicional, por encima de todo. Y yo quiero a mis hijas de manera incondicional".

Pero, una vez que lo entendí, lejos de generarme rechazo , me dio muchísima calma porque comprendí ciertas cosas. Leo ese día trataba el tema del abandono y el maltrato por parte de los progenitores.  Es en cualquier caso un tema delicado y nada agradable, pero me ayudó a reflexiones posteriores. La causa es evolutiva. Después lo leía también en el libro " El gen egoísta" de Richard Dawkins. Los bebés humanos nacemos indefensos. Y dependemos de nuestros padres/madres durante los primeros doce años de vida. Pero los adultos pueden tener más descendencia. No son "imprescindibles" . Suena duro, ¿verdad? Menos mal que nuestro cerebro evolucionó y contamos con otras capas cerebrales más modernas para mediar todo esto. En este momento y, entendiendo que para mi parte más primitiva mis hijas no son "necesarias" para mí, sonreí feliz. Porque esto quiere decir que quiero a mis hijas por quien son ellas como personas, y no por ningún tipo de predisposición genética. ¡Los padres lo tenemos mucho más fácil! Sin esfuerzo, el amor en los primeros años está garantizado.

Como niños, hasta los doce años de vida nos pasamos el día intentando seducir a "nuestros adultos". Creo que todos habéis escuchado alguna vez: " Mira mamá, qué bien salto a la comba". "Papá, mira, como me columpio". Y cada cosa que hacen es para captar nuestra atención, ya sea con buenas acciones o realizando alguna travesura ( ojo que esto ocurre si no consiguen que le miremos siendo buenos).  Algunos adultos aún pasan algunos años procurando "contentar a sus padres", pero esto es un tema aparte. Por lo tanto en ese tiempo, hasta los doce años, establecemos las bases de nuestra relación con los hijos. Es decir, ellos durante ese tiempo aprenden qué deben hacer para que papá y mamá estén felices y les miren : ya sea ser muy responsable, muy ordenado, sacar buenas notas, comerse toda la comida...aunque no se lo digamos con palabras. Tienen un radar muy sensible para esto.

Y también aprenden de nosotros cómo nos comunicamos como adultos : si es con palabras amables, con arranques de enfado, si se pide perdón o si está permitido llorar.

Cuando llegan a la adolescencia, esto acaba. De hecho, lo sano es que acabe. Pasan de ser niños que buscan nuestra aprobación a buscar su propia personalidad y su lugar. Y es a  los padres a los que nos toca hacer un pequeño cambio de pensamiento. Son adultos potenciales y hay que cederles un hueco en el espacio de los adultos. Hay que permitirles que tomen ese rol. Y, cuando llegan los desencuentros, nos debemos plantear si el problema radica en la necesidad de exceso de control por nuestra parte. Si realmente  estamos siendo capaces de adaptarnos a esos cambios necesarios. A ese soltar la cuerda. Y, sobre todo, enfrentarnos a esa ruptura de amor incondicional. Ese momento donde los hijos dejan de mirarnos embelesados y nos ven con todas nuestras rarezas y defectos . ¡Y nos lo dicen!

En cualquier caso, entendiendo estos cambios, fomentando el diálogo y poniendo un poco de humor en las circunstancias que se den con ellos, la adolescencia es una fase más, sin drama. Como madres y padres, vivirla con calma y humildad, mostrando a nuestros hijos las personas que somos, puede marcar la diferencia en que se complique o sea sólo un tránsito hacia la edad adulta de nuestro pequeños.

Yo prefiero el amor sincero que se establece a partir de ese momento, antes que el amor incondicional,

¿Qué opináis?

 

 

 

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