Cuando hablamos de tendinopatía nos referimos a la comúnmente denominada “tendinitis”. Esta patología hace referencia al dolor localizado a punta de dedo sobre una estructura tendinosa, pudiendo despertarse los síntomas dolorosos a la palpación y a la realización del gesto que evoque el dolor.
El diagnóstico adecuado de esta patología puede ser identificado por el fisioterapeuta en una sesión. La principal señal que tenemos para ver si tenemos una tendinopatía es el dolor a la realización de un gesto o una actividad, que cede a partir de los 2-3 minutos estar practicando esa modalidad deportiva, y que da dolor tras “enfriarse” el tendón; pudiendo durar este resentimiento hasta 24 horas tras la actividad física.
Si tu dolor es en un punto concreto del tendón, y sigue esta evolución con la actividad física, en Bodymind también podemos ayudarte.
Se ha visto que el tendón es una estructura con menor aporte sanguíneo que otras como el músculo; lo cuál puede significar que la curación de este tejido sea más lenta o que no llegue a curarse de forma completa. Pero, ¿esto significa que si me duele el tendón al hacer “X” actividad, me va a doler siempre? La respuesta es claramente: NO. Pese a que la recuperación del tendón sea inferior que la de otros tejidos, se ha demostrado que con un programa de ejercicios de carga adecuados, podemos estimular al tendón para que las zonas de tejido aún intactas sean estimuladas. De esta forma, nuestro tendón aumentará su capacidad de hacer frente a las demandas dolorosas, provocando así una desaparición de los síntomas a medida que nuestra rehabilitación se vaya llevando a cabo.
Esta forma de abordar y tratar el dolor tendinoso es ampliamente apoyado por la literatura científica; en la cuál encontramos a un autor muy importante como es Jill Cook. El señor Cook enunció lo que serían 10 pautas a seguir (principalmente a evitar) en el tratamiento de las tendinopatías, las cuales son las siguientes:
- NUNCA DESCANSAR DE FORMA COMPLETA. El descanso absoluto solamente contribuiría a la desadaptación del tendón ante la carga; de tal forma que en el momento de volver a realizar X actividad, el dolor reaparecería.
- NO PRESCRIBIR EJERCICIO INCORRECTAMENTE. El paciente tiene que ser capaz de tolerar el ejercicio prescrito por el profesional sanitario en cuestión, describiendo como mucho una sensación de 3 sobre 10 en su percepción personal y subjetiva de dolor. Tampoco sería conveniente que el ejercicio sea tan bajo que infraestimule al tendón. Por tanto, habrá que buscar una carga correcta aplicando un test de carga y teniendo en cuenta el dolor del paciente a las 24 horas post-ejercicio. Para manejar la cantidad de trabajo y ejercicio realizado, los fisioterapeutas de Bodymind estamos preparados.
- NO CONFIAR SOLAMENTE EN TRATAMIENTOS PASIVOS. La terapia manual, incluyendo el masaje, no son el tratamiento de elección para el tendón. Es cierto que a corto plazo pueden ayudar a disminuir los síntomas pero no nos ofrecen la solución definitiva al problema. Debido al bajo metabolismo y vascularización de los tendones para su recuperación, lo que mejor funcionará será estimular el tejido sano a través del ejercicio terapéutico.
- NO INYECTAR NADA A LOS TENDONES. Cuando se inyectan factores de crecimiento ya tenemos en el propio tendón una respuesta celular aumentada. Además, la evidencia nos muestra que los tratamientos que se han sometido a muchos tratamientos inyectables tienen peor pronóstico y mayor cronicidad y dolor.
- NO IGNORAR EL DOLOR DEL TENDÓN. Explicar al paciente cuándo puede notar dolor, cuánto dolor es tolerable y cómo debe evolucionar.
- NO ESTIRAR EL TENDÓN. No tiene ningún sentido a nivel biológico.
- NO UTILIZAR MASAJE TRANSVERSO PROFUNDO O CYRIAX. Esta técnica puede ser muy intensa y solamente favorecer la irritación y el tendón.
- NO DIAGNOSTICAR LAS TENDINOPATÍAS CON PRUEBAS DE IMAGEN. La ecografía es una prueba muy útil que nos puede ayudar para identificar la fase en la que está el tendón. Pero debemos saber que una imagen anómala no siempre es igual a dolor como nos muestra la ciencia. El diagnóstico principal debe ser con la historia clínica del paciente en la consulta del fisioterapeuta.
- NO PREOCUPARSE POR LAS ROTURAS DEL TENDÓN. La evidencia nos dice que el 95% de los tendones que se rompen no han experimentado dolor previamente. Los pocos tendones que se rompen suelen mostrar una imagen muy degenerada pero no suelen dar dolor.
- NO ABANDONAR LA REHABILITACIÓN DE FORMA TEMPRANA. Hay que ser conscientes que no es una patología que se solucione de la noche a la mañana, sino que tenemos que ser pacientes y dejar al tendón que se vaya adaptando paulatinamente a las cargas a las que le sometemos.
Desde Bodymind esperamos que esto te haya podido servir y que si crees que puedes tener esta patología no dudes en pedir cita con nuestro equipo de fisioterapeutas.